dc.description.abstract | Dentro de los trastornos de ansiedad, se encuentra el trastorno de pánico, como el caso
a tratar a lo largo del estudio y se caracteriza por la aparición súbita de ataques de pánico, en
los cuales la persona experimenta un miedo intenso a morir o “volverse loco”, mareos,
hormigueos, dificultad para respirar, entre otros, sin causa específica o atribuyendo la
causalidad a otra circunstancia. Este puede presentarse con o sin agorafobia. La agorafobia se
caracteriza por el miedo intenso a encontrarse lejos del hogar, en multitudes, transportes
públicos o lugares concurridos por temor a tener un ataque de pánico, dificultando así la vida
cotidiana de quien la padece. Por ello, se han documentado múltiples tratamientos a lo largo de
los años, siendo la terapia cognitivo-conductual (TCC) la que cuenta con mayor eficacia e
investigaciones realizadas (Carpenter et al., 2018).
En el caso del trastorno de pánico con agorafobia, lo que se busca en la psicoterapia
cognitivo-conductual es modificar las creencias disfuncionales que tiene la persona con
respecto a sus ataques de pánico y su causalidad, así como la puesta en práctica de técnicas que
le permitan afrontar las situaciones temidas, como subir a un transporte público o ir al
supermercado, sin evitarlas ni huír de ellas, ya que ello solo contribuye al mantenimiento de la
ansiedad. En la aplicación del tratamiento, se inició con psicoeducación, es decir, se le explicó al
paciente acerca de la ansiedad, de la problemática por la que acudió a consulta, así como el
plan de trabajo y actividades a lo largo de las sesiones. Posteriormente, se llevaron a cabo
ensayos conductuales como la exposición a los estímulos temidos, junto con el aprendizaje de
técnicas de relajación. Asimismo, se entrenó al paciente en la práctica de habilidades sociales
y estilos de comunicación. Se finalizó la psicoterapia con dos sesiones de seguimiento,
previniendo posibles recaídas y cómo actuar frente a estas.
Es importante que el paciente sepa que si ocurre una recaída, ahora posee las técnicas
y herramientas necesarias para poder hacerles frente, así como la capacidad de cuestionar sus
propios pensamientos, notando cuando estos se vuelven desadaptativos y modificarlos por
otros más realistas y saludables. Suele ser difícil cambiar de un día para otro años de En la aplicación del tratamiento, se inició con psicoeducación, es decir, se le explicó al
paciente acerca de la ansiedad, de la problemática por la que acudió a consulta, así como el
plan de trabajo y actividades a lo largo de las sesiones. Posteriormente, se llevaron a cabo
ensayos conductuales como la exposición a los estímulos temidos, junto con el aprendizaje de
técnicas de relajación. Asimismo, se entrenó al paciente en la práctica de habilidades sociales
y estilos de comunicación. Se finalizó la psicoterapia con dos sesiones de seguimiento,
previniendo posibles recaídas y cómo actuar frente a estas.
Es importante que el paciente sepa que si ocurre una recaída, ahora posee las técnicas
y herramientas necesarias para poder hacerles frente, así como la capacidad de cuestionar sus
propios pensamientos, notando cuando estos se vuelven desadaptativos y modificarlos por
otros más realistas y saludables. Suele ser difícil cambiar de un día para otro años de En la aplicación del tratamiento, se inició con psicoeducación, es decir, se le explicó al
paciente acerca de la ansiedad, de la problemática por la que acudió a consulta, así como el
plan de trabajo y actividades a lo largo de las sesiones. Posteriormente, se llevaron a cabo
ensayos conductuales como la exposición a los estímulos temidos, junto con el aprendizaje de
técnicas de relajación. Asimismo, se entrenó al paciente en la práctica de habilidades sociales
y estilos de comunicación. Se finalizó la psicoterapia con dos sesiones de seguimiento,
previniendo posibles recaídas y cómo actuar frente a estas.
Es importante que el paciente sepa que si ocurre una recaída, ahora posee las técnicas
y herramientas necesarias para poder hacerles frente, así como la capacidad de cuestionar sus
propios pensamientos, notando cuando estos se vuelven desadaptativos y modificarlos por
otros más realistas y saludables. Suele ser difícil cambiar de un día para otro años de aprendizaje de conductas y creencias, por lo que hay que recordar que es un proceso y con la
práctica se pueden instaurar nuevas formas de pensar. | es_PE |